Nomadeando y Trepando: "Ushuaia" Torres del Río Chico, Nueva Vía.

Voy a empezar de sur a norte, contandoles lo que hicimos por allá en el famoso "Fin el Mundo" aunque para mi es el "Principio del Mundo" y de este viaje visitando amigos y familia.
Hace dos años mi amigo y cumpa de escalada Mariano, me contó de este lugar, las Torres del Río Chico, él junto a Guido, otro buen amigo y también cumpa de escalada, se habían subido a la cima de esta hermosa montaña, a tan solo unas 4 horas y media de la ciudad, anteriormente lo habían intentado junto a otros amigos pero sin lograr la cumbre. Esto es así, lleva tiempo de exploración y de intentos, y vueltas a casa sin ver el mundo desde esa cima, pero aquella vez ellos dos lo lograron y así habrían la primera línea sobre una de las torres. Pero Mariano quería volver e intentar otro itinerario, la arista de la izquierda, así que este verano sería el momento de volver e intentar subir nuevamente para él y por primera vez para mí. Salimos temprano y llegamos al campo base, armamos la carpa y seguimos hasta el pié de la pared para portear el equipo de escalada y observar de cerca la montaña, todo en el primer día.
El segundo día amanece nublado y nos levantamos tarde así que decidimos recuperar fuerzas y dedicarnos a armar un reparo para la carpa, quedando al final un perfecto refugio para las próximas personas que por aquí vengan, que por cierto esperamos que cuiden el lugar tanto como nosotros o más.
El tercer día amanece igual de nublado, pero teníamos confianza en que la naturaleza nos iba a dejar subir, de todas formas el tiempo en Tierra del Fuego es bastante inestable, llueve, sale el sol se nubla, todo en cuestión de minutos, así que salimos de la carpa

desayunamos y arrancamos. Una hora a la base y a escalar, pasaban los metros y veíamos que el cielo se abría y se veía el sol, hacía tiempo que no escalabamos juntos pero de todas formas resultó en forma muy coordinada. Nos acordamos de Guido en todo el recorrido y escalamos disfrutando de cada metro y del lugar donde nos encontrabamos, sacamos muchas fotos y filmamos bastante. La roca de variada calidad nos fué guíando a través de sus líneas y de pronto salimos al filo de la cumbre, aunque en algún momento incluso comenzo a llover el tiempo se mantuvo y llegamos a la cima con sol y una vista inmejorable de las montañas fueguinas, nos abrazamos y sacamos la foto obligada de cumbre, disfrutamos media hora de esa vista y emprendimos el regreso al campo base, en total unas 16 horas de actividad, al llegar ya estaba anocheciendo y prendimos un fueguito que nos calento el cuerpo y el alma, nos comimos una picada y a dormir.

Al día siguiente amaneció despejado y disfrutamos de las bolsas de dormir un poco más, luego lentamente comenzamos a preparar las mochilas para regresar a Ushuaia, y justo antes de salir comenzo a llover, así nos despidió la montaña.